RODRIGUES |
Molto vivace
Plasma imágenes cuasi incompatibles. Se desplaza en una mezcla de vaqueros, chándales y perlados escotes vespertinos engalanada con una gracia latina que supera todo signo de admiración.
¿Y quién lleva al final la voz cantante, aquellos ojos más redondos que la luna llena o las manos patinadoras como un par de hoces en la noche de un piano de cola. Manos que hacen como si tocara sin manos?
Su voz es una vía láctea de idiomas. Armada hasta los dientes con amor & música. En cada sílaba habita un niño.
No era Saas-, sino Rodrigues la Fe(e) verdadera.
Ouche de Saint-Lala © Traducción española: Diego J. Puls 2005 (con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2005) |